Natalia Piergentili: “Una Constitución para el ámbito privado tiene que ser una arquitectura institucional que dé certezas para la inversión"
La presidenta del PPD y candidata al Consejo Constituyente espera una nueva carta fundamental que “nos permita un sistema político fortalecido, que fortalezca las instituciones y la democracia, y, por cierto, que se terminen los cerrojos de la Constitución del 80”.
- T+
- T-
La actual presidenta del Partido por la Democracia (PPD), Natalia Piergentili (44), captó la atención del mundo político a principios de febrero al liderar la posición de su colectividad de competir en una lista independiente del pacto oficialista Unidad para Chile, conformado por el Partido Socialista, Comunista, Liberal, Convergencia Social, Revolución Democrática, Comunes, Acción Humanista, Plataforma Socialista y Federación Regionalista Verde Social, para lograr representantes en la nueva instancia que redactara la Constitución.
Dado ese paso, y ya con lista única, optó por presentar su candidatura al Consejo Constitucional por la Región Metropolitana.
“Tengo la convicción de que este es un momento particular de la historia de Chile, venimos de una nueva oportunidad que nos dio la ciudadanía”.
“A Chile le ha hecho bien tener un Banco Central autónomo”.
- ¿Por qué postula al cargo?
- Porque tengo la convicción de que este es un momento particular de la historia de Chile, venimos de una nueva oportunidad que nos dio la ciudadanía, había que estar al servicio del desafío a pesar de todas las restricciones que tiene.
Además, nosotros como partido tomamos una definición de ir en una lista con el socialismo democrático, cuando uno toma ese tipo de decisiones, que parten por una convicción y que marcan un derrotero político, uno se pone al servicio de esas definiciones. No estaba en mis ideas o planteamientos ser candidata, pero una vez que definimos las dos listas que decantaron una serie de cosas, me puse al servicio del desafío.
- ¿Cuáles son sus expectativas para este proceso?
- Haber hecho un mix entre expertos y electos, con un quórum de 3/5 que obliga a la necesidad de cruzar el puente y dialogar, me genera una expectativa más alta en tanto creo que será una Constitución minimalista, que se van a poder relevar los puntos que para el sector político son importantes, como el Estado social y democrático de derecho, la provisión privada de bienes y servicios, y la universalización de algunos derechos. Quiero que (el proceso constituyente) sea aprobado con la más amplia mayoría, que nuestra queja sea a lo mejor es muy minimalista la Constitución, pero que nos permita un sistema político fortalecido, que fortalezca las instituciones y la democracia, y, por cierto, que se terminen los cerrojos de la Constitución del '80.
- ¿Cómo espera que la nueva Constitución aborde materias económicas, como el rol del Banco Central, la Contraloría, el desarrollo productivo, los tratados de libre comercio?
- La nueva Constitución tiene que tratar los acuerdos internacionales como ha sido hasta ahora, como una materia de ley, en el sentido de que los tratados son obligatorios para las partes y eso permitió a Chile ser una economía abierta al mundo. Lo segundo, creo que tanto el Banco Central como la Contraloría deben tener autonomía, creo que a Chile le ha hecho bien tener un Banco Central autónomo, creo que eso ha dado certeza a las inversiones.
Una Constitución para el ámbito privado propiamente tal tiene que ser una arquitectura institucional, que dé certezas para la inversión que sea, muy coherente en la separación de poderes, que refleje también algo asociado al fomento productivo, que es la descentralización.
- ¿Qué falló en el proceso anterior?
- Fallaron hartas cosas. La convención instaló un estado de ánimo en la ciudadanía que después fue muy difícil de retrotraer, que era de pugna, de funa, maximalismo, de “yo represento la verdad, yo soy la verdad”. Todas esas caricaturas instalaron un estado de ánimo complejo.
Creo que había partes en el proyecto constitucional tremendamente valiosas y muy vanguardista, además todo lo que tenía que ver con sostenibilidad, con Estado social y democrático de derecho, en fin. Pero tenía otros ámbitos que generaban mucha duda o que quedaban poco claros y, esas dudas, después empezaron a generar miedo como, por ejemplo, lo ambiguo que quedó la propiedad privada, lo de las autonomías territoriales indígenas.
- ¿Cómo se asegura la legitimidad de este segundo proceso?
- La legitimidad del proceso está asegurada desde varias perspectivas. Primero, porque quienes definieron los expertos fueron los parlamentarios, que son personas electas por sistema proporcional. Segundo, porque se cuidó que las personas que estuvieran, fueran de altura; y tiene un componente de consejeros electos que finalmente pueden tomar o no el anteproyecto definido por los expertos, y que van a tener un proceso corto, pero 24/7 de deliberación. Por lo tanto, si para alguien no es legítimo un proceso en el cual participan personas electas, yo no sé qué es legítimo entonces.
La legitimidad también la da el momento y forma de origen, uno de los problemas de la Constitución del 80. Acá vamos a tener un proceso que se hace en democracia con apoyo del Parlamento, que es el órgano constituyente por antonomasia, sumado a un grupo colegiado electo democráticamente.
- De ser electa para el cargo ¿cómo espera contribuir a este proceso?
- Nosotros (como partido y lista) hemos hecho un trabajo donde nuestros puntos de mayor preocupación tienen que ver con el Estado social y democrático de derecho, que lleva a generar un sistema político, hacer las adecuaciones de ese sistema. También dejar delimitado el sistema electoral, que fortalezca la democracia y permita que las mayorías se expresen, pero que no invisibilicen a las minorías, que haya un freno y contrapeso.